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11 may 2012

PORTUGAL, CENTRO. 2. Alcántara y Monsanto




Jueves 1-Marzo-2012

Nos levantamos temprano,  Paco y yo vamos a comprar chocolate con churros para el desayuno en una calle cercana, Una buena forma  de comenzar el día. Después de vaciar y llenar los depósitos, salimos hacia la ermita de la Virgen de la Montaña, un mirador privilegiado que conocían  Carmen y Paco y les traían muy buenos recuerdos, para contemplar toda la ciudad de Cáceres desde lo alto. 


Nos encaminamos a Portugal por el puente de Alcántara, que nosotros no conocíamos. Justo en el pueblo anterior pasamos por una gasolinera y llenamos a tope los depósitos porque sabido es la enorme diferencia del precio en el combustible que tienen nuestros vecinos.


Bien merece la pena pasar a Portugal por el puente de Alcántara para quien no lo conozca. Es una construcción soberbia de la ingeniería romana en España que solo tiene comparación con el acueducto de Segovia. Fue construido por el arquitecto romano Cayo Iulio Lacer en época del emperador Trajano, nacido en Itálica (Santiponce, Sevilla) entre los años 105 y 106.  


    
Pretendía facilitar las comunicaciones entre esta parte de la actual provincia de Cáceres (cercana a la famosa Vía de la Plata) y la Lusitania portuguesa, salvando las dificultades que suponía el cruce de una vía fluvial como el río Tajo. 



Unos cientos de metros mas arriba la visión de la presa desdora un poco el entorno y la majestuosidad de esta obra, éste es el motivo por el que no consiguió ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, pero mirando el curso del río hacia Portugal, el paisaje  y la temperatura maravillosa que disfrutábamos este día nos animó a dar un paseo sobre el histórico puente. Daban ganas de quedarse allí todo el día.



Entramos en Portugal a pocos kilómetros del Puente de Alcántara. Cruzando otro puente y atravesando los restos de los antiguos edificios de las aduanas, el cartelito de bienvenida y además los reiterados mensajes de bienvenida en los móviles, así nos lo recuerdan. 

..... entrando en Portugal.




Por esta zona de Portugal de carreteras comarcales, que se asemejan mucho a las nuestras, se circula con bastante tranquilidad.
Nos dirigimos a Monsanto, un espectacular pueblecito encaramado en lo alto de un monte que se distingue desde lejos.



Como sucede muy a  menudo, hay lugares y  pueblos que se han conservado intactos con sus peculiaridades, al haber estado aislados y olvidados de los progresos sociales del siglo xx y es ahora por la irrupción del turismo de interior (el maná salvador del siglo XXI) cuando han salido a la luz, algo parecido debe haberle sucedido a Monsanto. 

El único aparcamiento posible en Monsanto.

Cuidado con las autocaravanas, no hay prácticamente sitio donde estacionar. Estamos a primeros de marzo y en un día de diario; el único miniaparcamiento disponible estaba ocupado por un autocar escolar y varios turismos. Aquí empezamos a comprobar nuevamente la amabilidad y buena disposición de estas gentes. Los dueños de un turismo nos dijeron que podíamos aparcar justo delante de ellos aunque solo hasta las 5 de la tarde que tenían que salir. Le aseguramos que mucho antes saldríamos de allí y le dimos las gracias. 



Salvando este inconveniente para las autocaravanas  merece la pena conocer  Monsanto. 
Construido entre moles de piedra, algunas de sus calles en nada se asemejan a lo que se entiende habitualmente por calles. Entre piedras subes y entre piedras bajas, hasta el mirador del pueblo que es la superficie de una gran roca tripona, hay que acceder por unos escalones tallados en el duro granito.  Algunas de sus casitas  están como cobijadas bajo las enormes rocas cubiertas de musgo.


Callejeando cuesta arriba, saludamos a una señora que se encontraba en la puerta de su casa, haciendo un alto de media mañana en sus quehaceres, tomándose un tentempié. No recuerdo como se entabló el diálogo pero rápidamente comenzó a explicarnos que era pan hecho por ella misma, cómo lo hacía; primero la masa, luego una primera vuelta hasta la mitad, después otra vuelta con la otra mitad, luego así, luego otra vuelta al revés... Todos los pormenores de su laboriosa condimentación, por supuesto nos hablaba en portugués pero de alguna manera nos entendíamos estupendamente.


Nos ofreció  para que probásemos un poco de su obra y nos fue repartiendo un trozo a cada uno de nosotros, ignorando cortesmente nuestros no, no, obrigado, obrigado. Todos probamos aquel suculento pan que estaba hecho con aceite de oliva. Francamente delicioso, pero mas delicioso fue el afectuoso calor y amabilidad de aquella  señora adorable.



Llegó la hora de comer. A nuestros amigos les hacía ilusión enseñarnos un rinconcito de especial recuerdo para ellos y decidimos que iríamos a un restaurante donde habían estado tiempo atrás y que además de que les había gustado la comida en aquella ocasión, les hacía ilusión volver a saludar a la dueña, que recordaban con mucho agrado. 



Se trata de una terraza al aire libre entre peñascos en equilibrio  a la que había que acceder a través del pequeño local donde estaba el comedor. Cuando entramos no estaba la señora a la que nuestros amigos esperaban saludar, sino un joven. Como nos acompañaba Tila, la pequeña perrita de nuestros amigos, resultó que lo que cuando en la otra ocasión no había supuesto ningún problema parece que ahora era algo insalvable, el perro no podía atravesar el comedor hacia la terraza bajo ningún concepto y sobretodo que estaba solo y no servía comidas en la terraza. 



El mirador con tendedero comunitario incluido.

Cuando estuvieron nuestros amigos, la señora no les puso trabas por Tila, todo fueron facilidades y además también ella se encontraba sola en aquella ocasión. Las relaciones humanas siempre son las que hacen que un determinado sitio tenga o no gratos recuerdos.





Algo contrariados y viendo que no había mas oferta hostelera que mereciese la pena y sobretodo que no teníamos ganas de que nos siguieran poniendo pegas por Tila, decidimos bajar con las autocaravanas al pueblo inmediatamente anterior a Monsanto, donde de refilón, a la subida,  habíamos visto un amplísimo aparcamiento y en llano. 

La terraza donde no pudimos comer

Se trata de Relva. Es un enorme espacio empedrado en el mismo centro con una gran fuente de agua potable y con  servicios públicos gratuitos por si se necesita vaciar el w.c.:  N 40º 02'44" W 07º 06'57". Un sitio susceptible de pernoctar incluso. Cuando llegamos había dos A.Cs francesas y posteriormente llegó otra británica. Así pues, allí comimos tan a gusto y después de una tranquila tertulia en los bancos de la plaza al tibio sol primaveral reemprendemos la marcha camino de Coimbra. 

Aparcamiento en Relva, al fondo: Monsanto.

Apacible tertulia después de comer aprovechando la buena temperatura.

Seguimos sin querer entrar en las autopistas de peaje entre otras cosas por el follón que han montado para el pago previo. Por éste motivo nos encontramos con un desquicie de carreteras que nos supuso estar toda la tarde circulando sin parar. Centenares de obras en cruces y rotondas que volvían locos a los navegadores, muy mala la señalización de toda ruta que no fuese entrar en los peajes de telepago. Las carreteras alternativas a éstos, practiacmente como si no existiesen, llegábamos a una rotonda nueva, que seguía sin identificar el GPS, y solo había señales para indicarte por donde se entraba el telepeaje. Tuvimos que dar la vuelta en mas de una ocasión en mitad de un pueblo sin salida o después de recorrer varios kilómetros por una carretera que terminaba inesperadamente y sin previo
aviso en un bancal de patatas o en un camino de tierra. Ya era de noche cuando llegamos a Coimbra y todavía tuvimos que dar varias vueltas para localizar el área. Mañana será otro día.

SIGUIENTE DESTINO.......COIMBRA, Portugal


Si te ha gustado esta entrada y la información que incluimos te ha sido útil..... agradecería tu g +1
recomienda este blog en google.



6 comentarios:

António Resende dijo...

Olá caros colegas autocaravanistas.
Mais uma bela descrição de viagem em autocaravana, desta vez numa parte de Portugal que nem todos os Portugueses conhecem.
Magnífico.
O meu abraço
António Resende
www.autocaravanaspt.blogspot.com

Mari-Pi-R dijo...

El puente de Alcántara todo una maravilla su arquitectura.
Un viaje lleno de buenos recuerdos e historias.
Un abrazo

elviajerosinprisa dijo...

Hola Antonio. Es para nosotros una satisfacción muy grande que nos escribas. Seguimos tu blog desde hace tiempo y nos ayuda a conocer tu país un poco mas de cerca. Por eso, cada vez nos gusta mas Portugal, pero sobre todo por vosotros, porque siempre hemos traído gratisimos recuerdos del contacto con los portugueses.
Un cordial saludo de Flor y Esteban.

elviajerosinprisa dijo...

Cuantos sitios preciosos, verdad?
Esperemos que el precio del gas-oil, las próximas tasas de autopistas, el IVA, etc, etc, nos permitan seguir viajando y en definitiva seguir viviendo.
Tocaremos madera.
Un saludo Mari-Pi-R

Marga dijo...

Hola amigos !!

Buscando información sobre Portugal he llegado a este blog interesantísimo. Gracias por compartir tantísima información !!!

Un saludo desde Barcelona.

Marga

elviajerosinprisa dijo...

Hola Marga, al final no hacemos mas que corresponder con tan buena información que nosotros también encontramos de otros "colegas", así disfrutamos todos y nos vamos enriqueciendo,¿no es fantástico este invento?.
Seguro que lo pasareis bien en Portugal, esa gente es encantadora.
Gracias y un cordial saludo.

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